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¿Que sabes de agricultura protegida?

En el mundo hay 3.4 millones de hectáreas sembradas bajo esquemas de agricultura protegida, de acuerdo con el reporte 2018 del World Greenhouse Vegetable Statistics. Invernaderos, túneles plastificados y casas mallas (casas sombra) que usan controles de clima y sistemas de riego son ejemplo de los cultivos cubiertos o protegidos de factores ambientales como luz, temperatura, viento, granizo y plagas que permiten la agricultura también llamada de ambientes controlados.

Para el desarrollo de una agricultura moderna y competitiva, la protección de los cultivos se ha convertido en una verdadera necesidad. Los consumidores demandan productos de excelente calidad, sin daños por agentes climáticos, plagas ni enfermedades. A su vez los agricultores requieren de una alta productividad (cultivos protegidos o semi protegidos) para mantener las exigencias de los mercados, lo que implica el uso de una serie de tecnologías que se enmarcan dentro del concepto de agricultura protegida.

Podemos resumir el concepto de Agricultura Protegida en: toda estructura cerrada, cubierta por materiales transparentes o semitransparentes, que permite obtener condiciones artificiales de microclima para el cultivo de plantas y flores en todo tiempo y bajo condiciones óptimas. Bajo este sistema agrícola especializado se lleva a cabo el control del medio edafoclimático alterando sus condiciones (suelo, temperatura, radiación solar, viento, humedad) lo que permite modificar el ambiente natural en el que se desarrollan los cultivos, con el propósito de alcanzar adecuado crecimiento vegetal, aumentar los rendimientos, mejorar la calidad de los productos y obtener excelentes cosechas.

El principal objetivo de la agricultura protegida es obtener producciones con alto valor agregado (hortalizas, frutas, flores, ornamentales y plantas de vivero). Para ello tenemos que:

  • Proteger los cultivos de las bajas temperaturas.
  • Reducir la velocidad del viento.
  • Limitar el impacto de climas áridos y desérticos.
  • Reducir los daños ocasionados por plagas, enfermedades, nematodos, malezas, pájaros y otros predadores.
  • Reducir las necesidades de agua.
  • Extender las áreas de producción y los ciclos de cultivo.
  • Aumentar la producción, mejorar la calidad y preservar los recursos mediante el control climático.
  • Garantizar el suministro de productos de alta calidad a los mercados hortícolas.
  • Promover la precocidad (adelanto de la cosecha).
  • Producir fuera de época.

Las instalaciones para la protección de cultivos pueden ser muy diversas entre sí; por las características y complejidad de sus estructuras, así como por la mayor o menor capacidad de control ambiental.

En mi caso, utilizamos casa mallas para producción de pimientos, tomates, pepinillos desde hace más de tres años, por ello procedo a explicar que se entiende por casa malla:

Las casas malla (casa sombra, nethouses), tienen como función el sombreado de los cultivos en terrenos abiertos, teniendo como objetivo disminuir la incidencia de los rayos solares durante el día y moderar la temperatura durante las noches frías a través del uso de mallas negras o de colores, que realizan un sombreado de 30 a 50%. Por lo general, las casas malla son estructuras que permiten el sostén de mallas de sombra, mallas antiáfidas (50 mesh), mallas anti pájaros, entre otras protecciones, sobre un cultivo.

Se pueden instalar fijas o móviles. Su uso es casi obligado en almácigos de todos los cultivos en general y en viveros de árboles forestales. Además de la reducción en quemaduras solares, se reduce la evaporación superficial y la evapotranspiración, reduciendo consecuentemente el gasto de agua de riego y por ende de fertilizantes. Impide el estrés calórico e hídrico del cultivo y con ello permite condiciones más favorables para el desarrollo y la productividad del mismo. Las mallas antiáfidas, son tejidos de hilos trasparentes de monofilamento redondo, con un tamaño de tramado que impide el pase de los áfidos e insectos, permitiendo una menor incidencia del ataque de estas plagas y consecuentemente disminuye la utilización de agroquímicos, sin obstruir demasiado la ventilación del cultivo.

Podemos concluir que la Agricultura Protegida potencialmente representa una alternativa para superar la baja escala de producción de los minifundios. Los factores que influyen en el impulso de la Agricultura Protegida son:

  • El bajo nivel de la curva de aprendizaje
  • La incertidumbre fitosanitaria
  • La inversión que implican los invernaderos de media y alta tecnología
  • Los costos de operación para controlar temperatura y humedad relativa por mal diseño
  • La escala de producción.

Los problemas derivados del diseño aumentan el periodo pre operativo y fallas que repercuten en bajos rendimientos y mayor inversión, esto lo digo por experiencia propia.

Por último, este artículo lo escribí cuando formamos la unidad Agro de Rayma (2020), donde ofrecen materiales de primera calidad para desarrollar Agricultura Protegida. Por cierto, la foto de portada es la de nuestro cuarto invernadero en Aucallama.

Blockchain y alimentos. ¿Es posible?

Conocer la cadena de producción de tus alimentos se ha convertido en un tema relevante por cuestiones ambientales, sociales y personales. En estas líneas quiero presentar propuestas de trazabilidad y como blockchain esta siendo utilizada por agricultores, proveedores, transportistas y consumidor final.

Para muchos, las condiciones en las que los productos eran procesados y trasladados hacia el punto de venta eran un misterio. Pero de a poco, conocer la cadena de suministros se fue convirtiendo en un tema importante, tanto para el consumidor final, como para los intermediarios y productores. Y esto aplicaba para productos frescos tanto de origen animal como vegetal siendo aún más importante para las personas con condiciones especiales que requieren de alimentos específicos como celíacos, diabéticos, vegetarianos, veganos, entre otros, que demandaban mayor calidad, velocidad de información y sobre todo confianza.

Uno de los primeros casos es el de Walmart e IBM Food Trust. Esta alianza se apoya en la blockchain para que cualquier cliente pueda rastrear el origen exacto de un producto que ha pasado por una larga cadena de suministro. En este caso, se eligió la carne de camarón como el producto a seguir. De esta manera, Walmart trabaja con la empresa india Sandhya Aqua para hacer un seguimiento de la seguridad alimentaria del camarón.

Walmart también llevó una propuesta similar al mercado chino: allí se lanzó la Plataforma Blockchain de Rastreo de Walmart China. Ésta se apoya en la blockchain Tor de Vechain para hacer seguimiento a 23 líneas de productos que el sistema rastreará para evitar su falsificación.

Y es que se considera que la blockchain tiene el potencial para disminuir las pérdidas de alimentos, específicamente entre un 30 y un 40%. De esta manera también se ayuda a los comerciantes a gestionar los alimentos perecederos, un problema que ocasiona pérdidas millonarias cada año.

Otro caso es el de Alibaba, una plataforma de comercio electrónico china, que se alió con una cooperativa láctea de Nueva Zelanda (Fonterra) para reducir el fraude en la cadena de suministro de alimentos. Su propuesta forma parte de la iniciativa Food Trust Framework (Marco de Confianza de Alimentos, en español) y el objetivo es reducir la pérdida de más de USD 40.000 millones anuales debido a falsificaciones de alimentos.

En este sentido, la aplicación de la blockchain posee un gran potencial en el sector alimenticio, principalmente en los orgánicos, certificando origen y calidad.

En el futuro no solo se implementará blockchain para la trazabilidad, sino que se generarán incentivos para los consumidores finales por brindar feedback sobre los alimentos que se consumen y generar conciencia ambiental y social. Por ejemplo, existen los Food Token que se emiten y respaldan contra toneladas de alimentos. Uno conocido es el Food Token de la hamburguesa sin carne, como el que propuso la empresa NotCo en el pasado.

Este Food Token representa un incentivo por consumir alimentos en base a plantas, lo que brinda beneficios en salud e impacto ambiental y social. Así mismo, también genera beneficios como descuentos en otros productos, crea una reputación que permite asociarlo a la identidad descentralizada y permite participar en pools de liquidez que buscan financiar el desarrollo de la industria. Estos Food Token se “queman” (se sacan de circulación) a medida que se verifica su consumo y/o descarte por superar su vida útil.

Consumir alimentos también tiene un valor y la tecnología permite generar el vehículo para que sea transable globalmente y se genere la información necesaria para garantizar su origen en todo momento, desde cualquier lugar del mundo.

¿Te imaginas que en unos años te beneficies por consumir alimentos en forma responsable, al tiempo que apoyas empresas y organizaciones que promueven distintas formas de alimentación? Blockchain no es solo criptomonedas, Metaverso esta construyendose sobre blockchain. ¿Y tú que sabes de blockchain?

Fuente: Iñaki Apezteguia.